Mis manos se encontraban llenas de sangre, el sudor de desparramaba por mi cuello, el aliento se volvía cada vez más lento, y mi corazón latía cada vez más fuerte, por más que intente gritar cada vez con mayor fuerza no conseguí que alguien me escuchara y su cuerpo seguía tendido en mi alfombra.
Ya
van dos años de que comencé mi relación con Axel, desde la primera vez que lo
vi me gusto, sus grande ojos azules, su labios carnosos y su simpática manera
de comunicarse con la gente, era mi hombre perfecto o ésa pensaba hasta hace un
mes, donde al fin conocí su verdadera personalidad.
Hoy
tengo examen de comunicación y no he estudiado completamente nada, ya que estas
últimas semanas me he sentido algo preocupada por el excesivo cuidado que Axel
me brinda, no ha llegado al extremo de controlar mis acciones pero a veces me
aterra su comportamiento.
Hace
unos minutos mientras me encontraba en el baño, recibí una llamada de Axel
-
¿Dónde estás Brizel?
-
En la universidad
claro, donde más piensas que estoy – dijo Brizel
-
Tan solo te
preguntaba, no te exaltes, recuerda que todo lo hago para tu bien
-
Así parece, pero ya
es la tercera que me llamas en plena clase, sino pedía permiso al baño, me
hubieran regañado por tu culpa.
-
No te dije acaso que
pusieras tu celular en vibrador tarada
-
Qué te pasa Axel, no
me insultes, y no, no me acordaba de eso, así que adiós.
Apenas
colgué el teléfono, me sentí mal por la manera en que Axel me trato, me insulto
por segunda vez, pero ésta vez si fue un ataque a mis sentimientos, no quería
hablar más con él.
Regrese
al salón de clases y las horas me parecieron de nunca terminar, no llegaba la
maldita hora de salir, sentía ganas de llorar por lo sucedido aunque una parte
de mí me decía que también era culpable, pero yo no quería aceptar eso, el
orgullo me mataba y cambiaba bastante mi personalidad.
Ya
estaba llegando a casa, cuando sonó mi celular, era él, era Axel, no sabía si
contestar o no, pero al final lo hice. Mientras hablaba con él, me pidió
disculpas por haberme dicho tarada y me dijo esa palabra que siempre me gusta
escuchar salir de sus labios, te amo.
Ya
me sentía mucho mejor, ya no me invadía la sensación de cólera e ira hacia
Axel, sólo sentí en mi corazón el amor
que sentía por él.
Al
poco tiempo recibí la llamada de mi mamá diciendo que no estaría en casa, así
que pensé en ir a la casa de Axel, así que lo llamé. Pero su celular estaba
apagado, así que le envié en mensaje explicándole que me dirigía hacia su casa
debido a que mamá no se encontraba.
Lo
raro fue que me contesto el mensaje desde otro celular, diciéndome que era él,
y que su celular se había descargado, todavía nada malo pasaba por mi cabeza.
Al
llegar a la casa de Axel, lo vi conversando con unos amigos, apenas me vio
llegar, acabó su conversación con ellos y me brindó toda su atención, me
susurró al oído que le encantaba como el aire hacía revolotear mis dorados
cabellos y que mis verdes ojos a la luz de la luna, eran los más hermosos que
había visto.
Pasamos
adentro y decidimos ver una película, él preparo unas palomitas de maíz y yo
salí a comprar el refresco, pasaron las
horas y sin darme cuenta ya eran las 12:15 de la madrugada, lo levanté asustada
reclamándole como iría a mi casa a ésas horas, él respondió que me quedara a
dormir en su casa, pero no me gusto para nada la idea, así que decidí irme.
Durante
el camino hacia mi casa, recordé haberme olvidado mi celular en el sofá, así
que decidí regresar, ya era tarde, más tarde no podía llegar. Al llegar a la
casa de Axel, noté que había dejado la puerta abierta al salir, así que entré y
tomé mi celular, pero cuando ya me dirigía hacia la puerta de salida, Axel se
interpuso en mi camino preguntándome porque había vuelto, yo le respondía que
había olvidado mi celular en su sofá, él no escuchaba razones, tan solo me
gritaba.
-
¿Qué te pasa?,
suéltame
-
No, tú has regresado
por algo, yo sé que también lo deseas tanto como yo.
-
De que hablas, estás
loco, que te pasa
-
Es verdad, lo veo en
tus ojos, maldita zorra, tan solo quieres que tengamos sexo, tú no me amas.
Axel
comenzó a golpearme, me abofeteaba, me lanzó hacia el sofá, donde horas antes
no me había sentido más segura en toda mi vida, ahora sé que todo era
momentáneo.
Alex
terminó de golpearme, tan solo se dirigió a su cuarto, yo traté de irme, pero
apenas escuchó el chirrido de la puerta, corrió hacía mí, diciéndome que yo era
suya, que no podía irme de su casa, que no me soltaría hasta que confirmara que
yo lo amaba.
Quería
morirme, todo lo que pensaba de la persona a la que amaba, era una ilusión, que
me creí hasta más no poder, en ése momento tomé la decisión más difícil de mi
vida, eran dos cosas o el me terminaba matando a golpes o yo tendría que huir y
pedir ayuda o en un caso extremo defenderme ante él.
Ya
había pasado media hora, intenté salir, me encontraba agachada, me dirigí hacia
la puerta, la logré abrir, no hice ningún ruido, tomé un candelabro que se
encontraba en la mesa para poder defenderme si era el caso, ya estaba casi
afuera cuando de repente Axel salió de la nada, vino hacia mí, me agarró de los
pelos, me arrastró por toda su sala, con dirección hacia la cocina, yo casi
desmayada noté que predio la estufa, sentía por todo mi cuerpo una sensación de
temor.
La
estufa al rojo vivo, hacía mucho calor, apagó la estufa pero la hornilla seguía
caliente y puso mi mano en ésta, grité de dolor, nadie me oía, sentí como mi piel se achicharraba por el fierro
candente. No lo pensé más, Axel se volteo a cerrar la puerta de la cocina,
aproveche el momento, recobré las fuerzas, las ganas de vivir por encontrar
alguien que me amara de verdad me invadían, tomé un cuchillo de la alacena y no
dudé ni un segundo en atravesárselo en la espalda, Axel gritó de dolor, no
sentí pena por él, tomé otro cuchillo y
se lo incruste en la garganta, Axel ya
sin poder gritar yacía en el suelo muerto.
Ya
han pasado tres meses desde lo ocurrido, la policía no pudo encontrar pistas
que los llevarán hacia mí, debido a que incendié la casa, pero siempre en las
noches pienso en como hubiera terminado mi vida si no hubiera tomado ésa
decisión.
. Charlotte
. Damian
. Scarlet
. Las Wendy´s
. Pam
A pesar de que al inicio de cada capitulo hay una frase de una canción de personas famosas (de cierto modo profundas), esta novela no me lo pareció. Es una novela con un argumento extraño ya que el personaje principal es un fantasma, a medida que avanzaba, la obra se volvía tediosa, los diálogos pesados y había muchos nombres que lo volvía confuso.