En
las afueras de Thrateides vivía un sabio llamado Daghio conocido por su gran
rapidez mental para los cálculos, era bien parecido y con un cuerpo escultural
pero su voz era algo atormentador, era como lo de un gran estruendo apenas
pronunciaba palabra alguna, harto y cansado de este atormento, hablo con Zeus y
éste le prometió que cambiaria aquel sonido que de su cuerpo emanaba si resolvía
éste acertijo, Daghio acepto.
y Daghio se convirtio en aquello que sentimos a diario La brisa |
Zeus
le dijo: Si ocho guardias troyanos matan ocho guardias aqueos en ocho minutos.
¿Cuántos guardias serán necesarios para matar cien guaridas aqueos en cien
minutos. Daghio inmediatamente respondió ocho guardias troyanos, Zeus quedo
pasmado al ver aquello rapidez con la que el sabio había resuelto su enigma.
Zeus lo felicito y elogio por su sabiduría y le dice que cumpliría su promesa
de cambiar aquel sonido que de su cuerpo emanaba, Daghio emocionado por lo que había escuchado,
parpadeo pero ya no era humano, ni animal, se encontraba presente en los
cielos, en la brisa del mar, en el aire de los bosques, en el suspiro lento de
un hombre antes de morir.
Daghio
no presento queja alguna a Zeus le agradeció aquel gran cambio que le había
proporcionado y que ésta manera conocería aquello que desconocía y lugares que
deseaba conocer, Daghio se sentía tranquilo ahora.
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